¿Dolo o mala
leche?
Por Atilano
González Villa
Director
GeneralEl Puente Editores
La Secretaría
de Fomento Económico, del flamante nuevo gobierno de Mauricio Vila Dosal,
intenta vendernos cifras alegres muy optimistas sobre el desarrollo y avance
económico de Yucatán. Y está bien. Es una realidad que el estado avanza, hay
positivo desarrollo palpable en algunos ámbitos, aunque no en todos, pero lo
que ya no es honesto es festinar las cifras, muy puntuales, en términos
absolutos (crecimiento del 5.8% en el segundo
trimestre de este año) y bailar la danza del triunfalismo rotundo al
afirmar la supremacía sobre la mayoría de los estados y del propio promedio
nacional, sin considerar el contexto general de la economía yucateca.
En términos absolutos, es cierto.
Pero la falacia cae cuando se desgranan las cifras y los porcentajes, es
entonces cuando el panorama vuelve, de golpe, a la cruda realidad de nuestro
Estado de Yucatán.
Cifras de Fomento Económico de Yucatán
Con base en datos del INEGI, la Secretaría de Fomento Económico indica que Yucatán
tuvo un crecimiento del 5.8%, en el segundo trimestre, de este año con respecto
al mismo período de 2017. En este punto, agrega la dependencia estatal, Yucatán destaca en el segundo lugar nacional solo por debajo de Baja California Sur y muy por encima del promedio nacional del 2.3% (según datos del INEGI).
Visto a través de la lente de Fomento Económico, Yucatán va excelente. Pero, aquí unos ejemplos de la realidad “real” de nuestro estado:
PIB estatal en 2016
Si analizamos
otras cifras económicas, la situación ya no se ve tan optimista. Por ejemplo, el
Producto Interno Bruto (PIB) del Estado de Yucatán en 2016 fue de 274,000 millones de pesos y su
contribución al PIB nacional de solo el 1.5%, con lo cual se sitúa en el lugar
número 23 en la lista de la participación de todos los estados.
Cifras
En 2016, Yucatán (3.8%) creció más que
Nuevo León (1.4%).
2016 PIB Crecimiento En pesos
(millones de pesos) (millones) Nuevo León…. 1’228,744. 1.4% 17’202,416
Yucatán……… 242,744. 3.8% 9’224,272
Así tenemos que el crecimiento de Nuevo León, casi tres veces menor
que el de Yucatán, en pesos representa casi el doble del aumento en nuestro
estado, poco más de 17,000 millones de pesos contra poco más de 9,000
millones.
Inversión extranjera directa
Nuevo León recibió 1,875 millones de dólares por concepto de inversión extranjera
directa (IED) en 2017, dirigida principalmente a la industria manufacturera, lo
que representó el 6.3% del total recibida por México.
Yucatán en cambio recibió solo 110 millones de dólares por concepto de
inversión extranjera directa (IED) en 2017, focalizada al sector de
transportes, correos
y almacenamiento, o sea, a servicios.
La
orientación de cada inversión en estos estados necesariamente repercute en la
actividad económica. Veamos:
Valor de las
exportaciones:
Nuevo León: 32,187.3 millones de dólares.Yucatán: 1,262.7 millones de dólares.
En otras palabras, el estado de Nuevo León exportó 2,549% más que el Estado de Yucatán.
Aportación al PIB del Estado de
Yucatán
De acuerdo con el INEGI, en 2016 las actividades primarias
(agricultura) contribuyeron al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal. Las
secundarias (industria), con el 28%. Y las terciarias (servicios y comercio)
con el 68%.
Estas cifras indican con claridad un campo abandonado, sin
recursos y, por lo tanto, con una bajísima productividad en su conjunto.
La industria es
limitada, con algunos puntos en desarrollo entre los que se destacan una
recién inaugurada cervecería y un inesperado “boom” inmobiliario, que de pronto
elevó las cifras del PIB estatal y no se espera sea una constante para el
futuro.
Y un sector de servicios y
comercio, a todas luces próspero y deslizándose por una vía rápida a muy
buena velocidad.
En este último punto encaja a
la perfección el dicho, muy popular en Yucatán: “todos compran, pero pocos, muy
pocos producen algo”.
Lastres
No, el Estado de Yucatán no va lo bien que dicen sus autoridades. El
gobernador saliente, Rolando Zapata Bello, manipuló las estadísticas y se infló
personalmente con ellas.
El actual, Mauricio Vila
Dosal, ya se ha entregado al capital y esta mancuerna no vira hacia el campo,
como tampoco a la inversión, pero sí a la mejoría de sus condiciones de
operación y de comercio, sus muy propios intereses.
La nueva administración estatal deberá recapacitar y mirar con mucha
seriedad hacia los de abajo y hacia afuera de la capital del estado, en
dirección al campo, hasta ahora tan abandonado, salvo pequeños enclaves
productivos.
Sí, el Estado de Yucatán espera mucho más de su
nuevo gobierno.
…........
La ortografía: distintivo de la
personalidad intelectual del que escribe.
Por Alex Grijelmo
Periodista
Quien tiene un problema de ortografía no sufre
solamente este problema. Los errores en la puntuación o en las letras van
siempre asociados a una deficiente expresión sintáctica y a un vocabulario pobre.
La ortografía es el indicativo para conocer con quién dialogamos, con quien nos
escribimos.
Las
personas acostumbradas a leer buenos libros y buenos periódicos no suelen
cometer faltas cuando escriben, porque su memoria inconsciente ha ido
almacenando las palabras exactas y ha deducido las relaciones gramaticales que
mantienen entre sí. Y cuando las necesiten para expresar una idea, brotarán
casi sin esfuerzo.
Frente a
eso, las faltas involuntarias afloran en quienes no quisieron o no pudieron
recibir una enseñanza de calidad y no han enriquecido luego su pensamiento con
las cuidadas lecturas que conducen siempre a cuidadas reflexiones.
Se supone
que quien escribe con corrección sí ha leído y ha incorporado a su pensamiento
una estructura gramatical que le permite ordenar mejor las ideas y analizar,
con más competencia, tanto lo que oye como lo que piensa. La buena ortografía
ayuda además a relacionar unos vocablos con otros (y también a distinguir unos
conceptos de otros), así como a utilizar una mayor variedad de palabras.
Hoy en día salimos a la plaza pública más con la
palabra escrita que con la expresión oral. Redactamos mensajes en WhatsApp, en
correo electrónico, escribimos en Twitter, en Face… Y paseamos por esa calle de
multitudes vestidos solamente con nuestra ortografía y nuestra sintaxis. Así
nos mostramos a los demás, quienes se formarán una opinión al respecto del
mismo modo que se establece una impresión general de quien lleva siempre
dobladillos deshilachados o mugre en la ropa.
En definitiva,
la ortografía es sobre todo un indicio de la personalidad intelectual del que
escribe.
Por el
contrario, cabe suponer que quien comete faltas de ortografía no dispone de
esas herramientas y tal vez tenga una menor capacidad para la argumentación.
Muy probablemente sea, por todo esto, una persona poco preparada, manipulable
y, por lo tanto, con poca capacidad para un diálogo con ideas de elevado
contexto.
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