viernes, 12 de agosto de 2016


Carta de una maestra a Messi: "No le hagas creer a mis alumnos que solo importa ser los primeros".


Escrito publicado en el portal “TN y la gente” por Yohana Fucks, docente argentina, con motivo de la renuncia de Leonel Messi a la Selección Argentina, luego de su derrota en la Copa América.

Lionel Messi:
Probablemente jamás leas esta carta. Pero la escribo igual, no como hincha del fútbol sino como docente argentina, esa profesión que elegí y que me apasiona como a vos la tuya.

                Podría escribirte sobre la maravilla de tus talentos para el deporte más amado de nuestro país o el placer que me moviliza ser una de las generaciones que pueden verte desplegar la magia en tus botines. Pero sería repetir frases hechas. Por eso te pido me ayudes en un reto mucho más complejo de los que hasta ahora enfrentaste: formar las conductas de esos chicos que te ven como héroe futbolero y como ejemplo a seguir.

                Por más amor y dedicación que ponga en mi trabajo, jamás tendré de mis alumnos esa maravillosa fascinación que sienten por vos. Y hoy ven a su más grande ídolo rendirse. Te ruego que no les des el gusto a los mediocres, a esos que frustrados por sus miles de metas no alcanzadas vuelcan sus rencores en un jugador de fútbol, esos que opinan de todos los demás porque hacerlo es fácil y gratuito. Esa enferma necesidad de tocar siempre de oído, de ponernos de jueces insensatos que sentencian con desprecio y arrogancia el desempeño del otro, poniendo con valor solo las victorias y desmereciendo los errores como fracasos, esos mismos errores que nos hacen humanos en continuo aprendizaje.

                Por favor no renuncies, no les hagas creer que en este país solo importa ganar y ser primero. No les hagas sentir que deben vivir para conformar a otros. No les brindes ese mensaje errado de que a pesar de tantas adversidades superadas, incluyendo impedimentos físicos, desde muy pibe para llegar a ser el triunfador de hoy, todo se opaca ante las críticas de los envidiosos que en el fondo solo desean ser como vos.

                Si vos que tuviste a la familia acompañándote, que tenes un rico patrimonio personal y el apoyo de tanta gente, no lo logras, ¿cómo podrían ellos, mis alumnos, creerse capaces de continuar adelante, pese a tantas batallas que día a día deben enfrentar?

                Yo a ellos no les hablo del Messi que juega maravillosamente al fútbol, sino del que practicó miles de tiros libres para lograr embocar la pelota en ese ángulo inalcanzable para cualquier arquero. Les hablo del Messi que soportó, siendo niño como ellos, tantas dolorosas agujas para seguir tras lo que amaba. Les hablo del Messi, que con todo el dinero que ha ganado, ayuda a otros chicos como ellos en sus diferentes dificultades. Les hablo del Messi hombre, el que formó su familia y lidia todos los días con el rol más importante: ser un buen padre. Les hablo del Messi que impide que un fanático que lo sorprende en pleno partido, salga de allí lastimado. Les hablo del Messi que puede equivocarse hasta errando un penal, porque de fallas estamos hechas las personas y les muestra que hasta el más grande de todos los tiempos es imperfecto.

                No te rindas, no guardes la camiseta con los colores de nuestra Patria porque al ponértela te convertís en un argentino más que nos representa a todos, y no todos esperamos medallas y copas para sentirnos maravillosamente orgullosos de que vos lo seas. No hagas que mis gurises (niños) sientan que salir segundos es una derrota, que el valor de las personas está en cuán llenas estén sus vitrinas, que perder un partido es perder la gloria.

                Mis alumnos necesitan entender que los más nobles héroes, sin importar si son médicos, soldados, maestros o jugadores de fútbol, son los que brindan lo mejor de sí mismos para el bienestar de otros, aun sabiendo que nadie los valorará más por ello, sabiendo que si lo logra, el triunfo es de todos, pero si falla el fracaso solo será de él…, y aun así lo intenta. Pero sobre todo se tiene heroísmo y hombría cuando se lucha y superan las pérdidas con coraje y entereza. Y un día se encuentran con la mayor de las victorias: ser felices siendo ellos mismos, sin reclamarse cuántos demonios debieron enfrentar para lograrlo.

                ¡Todos hablan de pelotas, yo creo en la fortaleza de tu corazón!


La edición completa del No. 32, en:
https://issuu.com/magazineelpuente/docs/el_puente_no32issuu
 



 

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