jueves, 17 de mayo de 2018


¿SOCIALISMO, NEOLIBERALISMO, SOCIALDEMOCRACIA?

Ing. Carlos Rubio Cuevas

En estos momentos de álgido estremecer político los candidatos presidenciales han desatado una guerra sin cuartel con el fin de obtener las preferencias de las mayorías, acusaciones vienen y acusaciones van, eso es del todo normal en este tipo de batalla, pero hay algo en particular que me ha llamado la atención, y es que a un candidato en particular se le acusa de querer instaurar un gobierno socialista y a los demás como neoliberales. ¿Sabemos que significa esto?

Socialismo
Partiendo de la definición de la Real Academia de la Lengua, es un “Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”, dicho de otra manera es un sistema de gobierno en el que el estado es único dueño y administrador de los bienes de un país, como lo fue Rusia, como lo es Cuba y hacia donde tiende Venezuela.

Neoliberalismo
No hay una definición aceptada universalmente, usualmente se entiende como “El conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que defiende la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único, sin subsidio del gobierno”. Dicho en otras palabras: es un sistema económico en el que el Estado es ajeno a la economía de un país y ésta depende únicamente de los capitales privados y de las corrientes del mercado, el gobierno se limita a mantener el orden social para generar las condiciones de estabilidad necesarias para el funcionamiento del sistema, este sistema es promovido por los EE UU e Inglaterra principalmente.

Socialdemocracia
Es una tendencia política surgida en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, como ideología política de izquierda, con carácter europeísta, que promueve un socialismo democrático y reformista. Es una versión socialista peculiar de países altamente desarrollados. Es propiamente un fenómeno del norte de Europa —Finlandia, Suecia, Noruega, Alemania, Austria, Dinamarca— que obedece al avance del movimiento obrero de los países nórdicos. La socialdemocracia defiende en esos países el sistema de economía social de mercado, sostiene que la autoridad pública debe intervenir para restablecer el equilibrio y la libertad económica.

En México uno de los principales problemas políticos es que los gobiernos no han seguido una línea lo suficientemente duradera como para ver resultados congruentes en el desarrollo del país. El otro gran problema ha sido la desmedida corrupción de los autores que han despilfarrado los recursos de la nación en beneficio propio.

Si nos remontamos un poco en la historia nacional y comenzamos con el porfiriato, podremos observar que en esa época el modelo de gobierno era de corte imperial a semejanza de los gobiernos europeos.

El movimiento maderista, apoyado por los EE UU, derrocó a Díaz con el fin de establecer un modelo económico de capitalismo liberal, como Madero se declara nacionalista es derrocado, a su vez, por Huerta, que estaba al servicio de los EE UU. Huerta es derrocado por Carranza que proclama la Constitución de 1917 de corte socialista, esto no le gusta a los EEUU y persiguen a Carranza hasta asesinarlo.

Obregón sucede a Carranza y entrega los recursos naturales de la nación a los EE UU. Después del asesinato de Obregón sube al poder Plutarco Elías Calles quien, por pugnar por recuperar lo cedido por Obregón, es etiquetado por Washington como bolchevique. A Calles le sigue Lázaro Cárdenas quien establece un modelo económico basado en la regencia del estado, copiando muchos aspectos del modelo comunista, expropia el petróleo y crea la propiedad colectiva del campo entre otros.

Avila Camacho, sucesor de Cárdenas, presionado por Washington los se alía a EE. UU. para combatir en la 2ª guerra mundial y por las presiones diplomáticas comienza a suavizar los postulados de Cárdenas. Su sucesor, Miguel Alemán, primer gobernante civil después de Madero, apoyado en los tratados de Bucareli suscritos por Obregón, inicia la apertura de la economía a los capitales de EE. UU.

De Avila Camacho a López Portillo, hay un período de relativa estabilidad política en la que se desarrolla un ambiente muy semejante a la socialdemocracia en el que se consolidan las políticas sociales de protección a los derechos de ciudadanos: medicina, educación, libertad de culto, libre tránsito, seguridad laboral, entre otros, y al mismo tiempo se promueve la industrialización del país mediante un modelo de participación combinada estado-iniciativa privada.

Con la llegad de Miquel de la Madrid el panorama político comenzó a sufrir profundos cambios, desaparecieron las empresas paraestatales y se comenzó a observar un cambio hacia la economía de mercado. El sucesor de De La Madrid, Salinas de Gortari, abre toda una nueva época en la vida política y económica al firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en este tratado se establecieron las bases para competir en un mercado de libre comercio con lo cual se abrieron las puertas al neoliberalismo, seguido todos los gobiernos hasta la fecha.

Hasta aquí podemos observar que el único modelo que no ha funcionado en el mundo y que ha tenido que ser abandonado por sus promotores es el modelo socialista. Los otros dos modelos: el neoliberal y el socialdemócrata han arrojado resultados, aceptados como buenos por la mayoría de los ciudadanos de las naciones que los aplican. Entonces en ¿dónde reside la diferencia? Solo hay una respuesta factible: en sus ciudadanos. Cada uno de estos modelos exige que sus gobernantes y ciudadanos sean congruentes con los valores de honestidad, compromiso, entrega, dedicación, esto no quiere decir que no haya individuos inadecuados, pero estos son controlados y reducidos por las mayorías. Se observa también que la vida política del país ha sido desde mucho interferida por los intereses de Washington, evitando el desarrollo de una política económica propia y sometiéndonos cada vez más a sus intereses.

Como conclusión se puede decir que la vida política y económica de nuestro país ha sufrido la intromisión y presiones de Washington desde mucho tiempo atrás. Que el ciudadano mexicano tiene toda la razón en estar a disgusto con su gobierno ya que ha permitido la corrupción y ha engañado con falsas promesas de mejora y bienestar, pero al mismo tiempo no ha querido hacerse responsable de su poca participación en la solución de la problemática nacional y ha dejado en manos de un grupo las decisiones claves de la vida del país.

Esperemos que en estas elecciones abramos los ojos para entender que la solución de la problemática nacional no está en manos de una sola persona o grupo,  para poder identificar a quien realmente se identifique con nuestras expectativas y el bienestar nacional, y que posteriormente participemos activamente y tengamos el valor de exigir el adecuado cumplimiento de las obligaciones como gobernante, así como la defensa de nuestra soberanía nacional.

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