domingo, 29 de septiembre de 2013


China, nuevo esquema reformista

El gobierno chino anunció al mundo, hoy domingo 29 de octubre, la creación de una zona libre comercial y financiera en Shanghái, como experimento de tres años de duración para probar el comportamiento del yuan, hoy la novena divisa más usada del mundo, dentro del mercado libre a nivel global, en un intento para llevarlo a niveles del dólar estadounidense o del euro.

                Se trata de una reforma impensable en el siglo XX, pero necesaria, de acuerdo con declaraciones a la prensa extranjera formuladas por el presidente Xi Jimping y el primer ministro Li Keqiang, por el freno repentino al crecimiento promedio del 10% anual en las tres últimas décadas.

                Estos movimientos en el terreno económico y financiero, nada tienen que ver con el control político ejercido por el Partido Comunista Chino, sino todo lo contrario, son motivados por un posible descontento popular por la desaceleración del desarrollo que enfrentaría ese mismo férreo control y podría desestabilizar al todopoderoso Partido gobernante.

                Sin embargo, antes de la aprobación y el proceso de inicio de este plan piloto, tuvo una muy enconada resistencia entre los propios organismos económicos chinos, como sus reguladores del mercado de valores y del sector bancario, de acuerdo con analistas.

                Los dirigentes chinos, al parecer, están arriesgando todo su potencial político en este nuevo programa y han escogido a Shanghái por ser el puerto con mayor movimiento comercial del mundo y tener ya la infraestructura logística requerida para una zona libre de magnitud mundial.

                Así, los mercados internacionales de materias primas, como la Bolsa de Metales de Londres, los bancos extranjeros, las operadoras de telecomunicaciones y muchas otras entidades podrán tener allí sus propios almacenes y oficinas desde donde operarán en condiciones de mercado libre mundial.

                El objetivo chino es que resulte positivo el plan, para extenderlo al resto del país y llevar el bienestar a todos los rincones de la sociedad China. Hoy, el país con 1,300 millones de ciudadanos, tiene a “solo” 300 millones en condiciones de cierto bienestar, otros 300 millones en la medianía y 700 millones en diferentes niveles de pobreza, hasta llegar a la extrema.

                Este domingo el gobierno chino entregó permisos a las primeras 25 empresas chinas y extranjeras para instalarse en la zona libre de Shanghái y el martes primero de octubre comenzarán a operar de acuerdo a los esquemas de libre comercio.

                De funcionar el experimento, queda aún por ver el camino que decidirá seguir el Partido Comunista al interior del país, pero eso será ya otro episodio que tendrán que enfrentar dentro de tres años.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario