“Ingrid” y “Manuel” devastaron buena parte de los litorales mexicanos del Pacífico y del Golfo de México, dejaron 50,120 viviendas inhabitables y cientos de miles de damnificados, de acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil. El problema ha rebasado la capacidad nacional para enfrentarlos. Pero tendrán que activar la imaginación para encontrar nuevas soluciones constructivas para sustituir las viviendas perdidas.
En los últimos años, constructores han ideado viviendas con materiales alternativos, poco comunes: materiales reciclados, prefabricados, de madera o de bambú, entre otros.
Casas de palafitos. En previsión de los fenómenos climáticos, el Instituto Veracruzano de la Vivienda y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) iniciaron en 2008 la construcción de 240 viviendas prototipo asentadas sobre palafitos (estacas) (Foto).
Cada unidad tiene una superficie de 42 m2 como mínimo, dos recámaras, un baño y sala-comedor. Está armada en sitio y cuenta con paredes con repellado de concreto y propiedades térmicas y acústicas. Su precio es de $104,000, pero sube si es necesario aumentar la altura del palafito, el cual en la actualidad promedia 1.70 metros.

Su módulo maestro va de 4 x 6.20 metros a 4 x 8.2 metros, aunque pueden sumarse varios módulos maestros o complementarios. En el módulo maestro no se incluye espacio, ni preparación para baño.
Este sistema ya se ha utilizado en algunas zonas deprimidas del país.

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