Interrogantes como el origen del universo, la formación de galaxias, estrellas y otros cuerpos celestes esperan respuesta en un sofisticado dispositivo en la punta del volcán Sierra Negra, en el estado Puebla.
A 4,581 metros de altura en la punta del volcán Sierra Negra, en el municipio de Atzitzintla, Puebla, aguarda el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) ¨Alfonso Serrano¨ busca dar respuesta a interrogantes como el origen del universo, la formación de galaxias, estrellas y otros cuerpos celestes.
El GTM es un telescopio de 50 metros de diámetro que
estudia la naturaleza del universo; la formación, evolución y
estructura de los últimos 13,800 millones de años es su campo de trabajo.
En las laderas del volcán hay 150 tanques de metal con
agua. Pertenecen al proyecto HAWC (High Altitude Water Cherenkov por sus siglas
en inglés), un observatorio de rayos gamma del Instituto Nacional de
Astrofísica y Óptica (Inaoe) que monitorea el paso de partículas de alta
energía en colaboración con 25 instituciones más.
¿Qué estudia el GTM?
Para obtener las mejores observaciones, la superficie del GTM
está alineada con una precisión de 60 micras, que equivale al grosor de una
hoja de papel o un cabello humano.
“Pueden hacerse las observaciones milimétricas más altas.
Tendremos la oportunidad para hacer observaciones astronómicas, investigaciones
sobre la naturaleza del universo con el mayor impacto”, dice David Hughes,
director de proyecto e investigación principal del GTM.
Esta infraestructura es diferente al resto de los
telescopios como normalmente se entienden: en lugar de producir imágenes
visibles a través de lentes y espejos, el GTM capta las ondas de radio
emitidas por los cuerpos celestes; es decir, la composición química (radiación)
de los astros y galaxias.
Con rango de 1 a 4 milímetros en longitud de onda, dice
Hughes, el GTM está detectando los objetos más fríos en el universo como
polvo y gas que forman estrellas con temperaturas de -250 grados celsius,
cercanas al cero absoluto.
Todavía se recibe la radiación del inicio del universo, conocido
como el ‘Big Bang’, y esa radiación tiene un pico en la intensidad en la región
milimétrica. Por ello, con el telescopio detectarán la historia y
evolución del universo, desde su inicio hasta nuestros días.
Una atmósfera más seca con menor cantidad de vapor ofrecerá más
sensibilidad a los estudios, aunque la temperatura en el volcán sierra negra
ronda los cero grados.
Las primeras observaciones científicas ya se realizaron en
mayo y junio de 2013. Aunque es un proceso lento, la próxima ronda
de observaciones se efectuará este diciembre.
Lo que viene
Aún existen retos para el mejor radiotelescopio del mundo
y completar la superficie del plato es uno de ellos. Luego de una
inversión de 1,400 millones de pesos a lo largo de 16 años, Alberto
Carramiñana, director de Inaoe, estima que la cifra de terminación oscila
los 100 millones de pesos repartidos en 2 años.
“Ya es funcional, lo que queremos es que pase de ser un
telescopio competitivo a uno que despunte a nivel internacional y a
partir de 2016, tenga una operación estable para dar servicio a la
comunidad científica mexicana” .
El director del Inaoe también adelantó una de las próximas
observaciones del telescopio milimétrico para 2014:
“El hoyo negro en el centro de nuestra galaxia es muy pasivo. Va
caer una nube relativamente pequeña, pero suficiente para que haya una
emisión. Este fenómeno sucederá en 2014 y el GTM estará ahí para observarlo
conectado con otras antenas que podrán ver con detalle este episodio”.
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