Editorial Penguim Random House
Autor: Javier Sicilia
Participan: Roger Metri Duarte y Patricia Garma
Roger Metri: Lo único que guarda el hombre en el desierto es su silencio y con ello llamaría a algo que opina Solares en el prólogo, el pozo de su identidad, esa riqueza donde están nuestros orígenes.
Sí, es una novela histórica con proyecto de identidad, con la reconstrucción de los personajes laboriosa y recordada, el tiempo que se cuenta, lo íntimo, lo público caen sobre su propio peso.
El Bautista de Sicilia pronuncia desde su título el tema, el primo de Jesús, y descarta otros grandes temas como el de Simón por ejemplo. Sicilia lo alcanza con creces su objetivo, con el instante de la palabra recordada de cada diálogo de la época, las costumbres, las biografías.
El bautista de Javier Sicilia logra que los símbolos se enreden, para que las complicadas almas de los héroes bíblicos, aquellos que construyeron un mundo frente al imperio romano y han impreso su camino y su huella en los más de dos mil años de cristianismo, hagan un viaje verbal atinado y apasionante, que transita de enigma en enigma y los arrastra por el río subterráneo de las palabras. Felicidades.
Si quieres leer esta y otras presentaciones de libros de la pasada Feria Internacional de Lectura Yucatán (FILEY) da click en el link de nuestra revista electrónica: El puente 19 FILEY
Patricia Garma: Este libro fue un descubrimiento para mí. Este viaje interior, planteado por el libro, lleva un proceso y uno de los aspectos que más me interesó fue precisamente la importancia del silencio para distribuir este encuentro de el Bautista, consigo mismo, para poder llegar a la voz de Dios. Básicamente, mi reflexión se centra en el silencio.
El silencio es revelación, en el silencio escuchamos realmente quienes somos. Hay muchas formas de entender el silencio, pero no lo entendemos en lo absoluto porque solo conocemos el área terrenal. El silencio como castigo: “quédate en el rincón y no hables”. O la famosa “ley del hielo”. El silencio como miedo de expresarse, el que revela verdades, el que calla otorga o bien, el silencio por prudencia o mejor aún como símbolo de sabiduría y paciencia, de saber esperar las palabras correctas para expresarse con claridad y profundidad.
Pero estamos muy lejos aún de entender ese silencio, el de los sabios, y mucho más lejos de entender el silencio de los ascetas. Vivimos en un mundo de exceso y de saturación. Nos cuesta acercarnos a esos tipos de silencio que nos harían más agradable la existencia.
Cuando supe que una orquesta interpretaría una obra cuya partitura estaba compuesta, únicamente, por silencios, pensé: “que locos”. Esa noche, esos músicos dieron el concierto más bello de todos, el concierto “Cuatro treinta y tres” de John Cage. Fueron 4:33 minutos de silencio, de paz. Pero ni siquiera esas formas predeterminadas a invitarnos al recogimiento y a la reflexión, resultan suficientes. A veces parecen disparates o muestras de un arte experimental absurdo. Qué podríamos esperar que suceda, entonces, en un silencio aun más profundo, ese silencio del que habla Bautista.
Tal vez el viaje interior que nos presenta Javier Sicilia en este libro, sería el más difícil que alguien podría imaginarse, es una lectura que nos enseña el proceso de reducirse a uno mismo, de renunciar al mundo y a todo apego, a todo lo que tiene que ver con el Dios psicológico, para abrirse a la guía espiritual, al mismo tiempo tú y El.
El silencio es revelación, en el silencio escuchamos realmente quienes somos. Hay muchas formas de entender el silencio, pero no lo entendemos en lo absoluto porque solo conocemos el área terrenal. El silencio como castigo: “quédate en el rincón y no hables”. O la famosa “ley del hielo”. El silencio como miedo de expresarse, el que revela verdades, el que calla otorga o bien, el silencio por prudencia o mejor aún como símbolo de sabiduría y paciencia, de saber esperar las palabras correctas para expresarse con claridad y profundidad.
Pero estamos muy lejos aún de entender ese silencio, el de los sabios, y mucho más lejos de entender el silencio de los ascetas. Vivimos en un mundo de exceso y de saturación. Nos cuesta acercarnos a esos tipos de silencio que nos harían más agradable la existencia.
Cuando supe que una orquesta interpretaría una obra cuya partitura estaba compuesta, únicamente, por silencios, pensé: “que locos”. Esa noche, esos músicos dieron el concierto más bello de todos, el concierto “Cuatro treinta y tres” de John Cage. Fueron 4:33 minutos de silencio, de paz. Pero ni siquiera esas formas predeterminadas a invitarnos al recogimiento y a la reflexión, resultan suficientes. A veces parecen disparates o muestras de un arte experimental absurdo. Qué podríamos esperar que suceda, entonces, en un silencio aun más profundo, ese silencio del que habla Bautista.
Tal vez el viaje interior que nos presenta Javier Sicilia en este libro, sería el más difícil que alguien podría imaginarse, es una lectura que nos enseña el proceso de reducirse a uno mismo, de renunciar al mundo y a todo apego, a todo lo que tiene que ver con el Dios psicológico, para abrirse a la guía espiritual, al mismo tiempo tú y El.
Roger Metri: Lo único que guarda el hombre en el desierto es su silencio y con ello llamaría a algo que opina Solares en el prólogo, el pozo de su identidad, esa riqueza donde están nuestros orígenes.
Sí, es una novela histórica con proyecto de identidad, con la reconstrucción de los personajes laboriosa y recordada, el tiempo que se cuenta, lo íntimo, lo público caen sobre su propio peso.
El Bautista de Sicilia pronuncia desde su título el tema, el primo de Jesús, y descarta otros grandes temas como el de Simón por ejemplo. Sicilia lo alcanza con creces su objetivo, con el instante de la palabra recordada de cada diálogo de la época, las costumbres, las biografías.
El bautista de Javier Sicilia logra que los símbolos se enreden, para que las complicadas almas de los héroes bíblicos, aquellos que construyeron un mundo frente al imperio romano y han impreso su camino y su huella en los más de dos mil años de cristianismo, hagan un viaje verbal atinado y apasionante, que transita de enigma en enigma y los arrastra por el río subterráneo de las palabras. Felicidades.
Si quieres leer esta y otras presentaciones de libros de la pasada Feria Internacional de Lectura Yucatán (FILEY) da click en el link de nuestra revista electrónica: El puente 19 FILEY
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