El “Día de
la Libertad de Prensa” lo celebramos ayer jueves 7 de junio de 2018.
Vaya este
escrito como un homenaje de “El Puente
Editores” a todos los periodistas de Yucatán y de México, quienes en su
labor cotidiana se esfuerzan por dar lo mejor de sí para sus públicos y por
marcar con claridad los caminos irrenunciables a la democracia y a la libertad.
Atilano
González Villa
Director
General
El Puente
Editores
PERIODISMO,
DEMOCRACIA Y LIBERTAD.
Alejandro Navas
Profesor de
Sociología.Universidad de Navarra.
“Sin periodismo no
hay democracia. Y sin democracia no hay libertad". Así arranca el
manifiesto de Republik (www.republik.ch), la publicación online suiza que
comenzó su actividad el pasado 14 de enero. Se trata de un texto breve -154
palabras-, que continúa: "Cuando el periodismo muere, mueren también la
sociedad abierta, la palabra libre, el debate sobre los mejores argumentos...
El periodismo libre es lo primero que toda dictadura suprime... La tarea del
periodismo es la crítica del poder. Por eso, es mucho más que un simple negocio
para grandes empresas... En democracia ocurre lo mismo que en la vida en
general: los hombres necesitan informaciones razonadas, para poder adoptar
decisiones razonadas... El buen periodismo proporciona hechos y contextos, con
independencia, sin tener miedo más que al aburrimiento. Busca claridad, que es
el antídoto contra el miedo ancestral a lo nuevo. El periodismo necesita
pasión, saber hacer y seriedad..."
Volver a los orígenes
Republik se propone una vuelta a la esencia del periodismo: contextualizar, ordenar, explicar un mundo cada vez más complejo e indescifrable. Componen su plantilla una treintena de profesionales a tiempo completo que cuentan con la ayuda de algunos colaboradores externos. La mayoría son veteranos, curtidos en mil batallas, tanto en Suiza como fuera de ella. Han abandonado trabajos brillantes -bien remunerados- para embarcarse en un proyecto idealista e incierto.
El buen periodismo proporciona hechos y contextos, con independencia, sin tener miedo más que al aburrimiento. Busca claridad, el antídoto contra el miedo ancestral a lo nuevo. El periodismo necesita pasión, saber hacer y seriedad.
Sin compromisos
Para asegurar la
independencia han decidido renunciar a la publicidad. Su puesta en marcha
constituyó casi un milagro económico: en poco tiempo captaron 3.4 millones de
francos suizos en donativos, récord mundial. Buscaban “editores” dispuestos a
aportar 240 francos cada uno y en unas pocas horas se alcanzó el objetivo
inicial, 3,000 donantes. A día de hoy son ya 20,000.
Lo previsto
es devolver ese dinero a los inversores a lo largo de cinco años, para lo que
deberán generarse beneficios. El éxito inicial ha desbordado todas las
previsiones, aunque los promotores muestran un optimismo moderado: saben que
los fundamentos son frágiles y que el futuro no está asegurado. En cualquier
caso, la apuesta es clara: periodismo de calidad, que aborda asuntos
verdaderamente relevantes, con historias bien escritas y apoyadas en material
gráfico muy cuidado. Ese modo de trabajar tan exigente no les permite publicar
más de tres artículos al día.
El romanticismo que impregna la aventura de Republik se
refleja también en lo material: la redacción ocupa el primer piso de un antiguo
hotel y prostíbulo de Zurich llamado Rothaus (Casa roja). En la planta baja del
típico edificio antiguo de ladrillo hay ahora un bar, en el que una vez al mes
el periódico organiza coloquios con sus redactores y el público en general.
Cerveza y debates apasionados, una manera práctica y no menos tradicional de
mantener el contacto con sus lectores.
Lo de siempre
El espíritu de los
reporteros de Republik suscita admiración, pero se trata de seres humanos como
los demás. A los tres meses de vida han advertido ciertas disfunciones en la
gestión: pensar más en contentar a los jefes que en satisfacer los intereses de
los lectores, rasgo que acecha a cualquier empresa. Han reaccionado con rapidez
y en verano se procederá a un cambio de directivos: una sana rotación para
evitar el anquilosamiento en la cúpula.
Habrá que seguir de cerca la evolución de un proyecto tan
interesante. He ponderado recientemente la singularidad de la nación suiza, con
sus ciudadanos bien formados y su afición a la democracia directa.
Es dudoso que el modelo de Republik se pueda exportar a otro
país, aunque los problemas sean muy similares, pero la solución tendrá que
basarse en los mismos principios: independencia de las empresas informativas,
periodismo riguroso, distancia crítica frente al poder, contacto estrecho con
los lectores.
Si quieren sobrevivir, las empresas informativas
necesitan ganar dinero, como todas las demás. Así, una cuenta de resultados
saneada permite mantener la independencia y el espíritu crítico.
Informar era en los orígenes un oficio típico,
transmitido de padres a hijos. Con el tiempo se transformó en profesión y hoy
se ha convertido en negocio. En este sector se aprecia la misma tendencia a la
concentración que se da en todos los ámbitos de la economía.
Desgraciadamente, sinergias y economías de escala no siempre
se traducen en mayor rigor y mordiente crítico. Los grandes grupos industriales
y financieros que invierten en medios de comunicación buscan el beneficio
económico y la influencia política y no la defensa de la libertad y de la
democracia.
El periodismo libre es lo primero que toda dictadura suprime... La tarea del periodismo es la crítica del poder… Por eso, es mucho más que un simple negocio para grandes empresas...
Con urgencia
Necesitamos
periodistas con el espíritu indomable e intrépido de la gente de Republik, y
lectores dispuestos a financiar ese trabajo bien hecho, que no sale gratis.
Solamente de esta forma podremos librarnos de las fake news y la posverdad,
nombres modernos de la mentira y la manipulación. Como recuerda el manifiesto
de los suizos: buen periodismo, democracia y libertad son inseparables.
(Publicado en
Diario de Navarra- España)
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