lunes, 11 de mayo de 2015


La Soledad Infantil


LA SUPERVISION
LOS HIJOS SERÁN LO QUE SE LES ENSEÑE DESDE LA INFANCIA

Isela Cerda Uc
Maestra en Psicología Clínica.
Profesora investigadora de la 
Facultad de Psicología-UADY.



La adolescencia es la etapa de cambios físicos y cognitivos, en la cual al joven se le dificulta cómo adaptarse a ellos. Su parte emocional cambia y también su cuerpo. Sus pensamientos se vuelven más autónomos, más abstractos, y ésta es la clave de la transición de la pubertad, a los 12 años, a la madurez de los 20. Descubren que pueden pensar por sí mismos, de alguna manera ya no necesitan a los papás o a los adultos para asumir ciertas decisiones como una elección de carrera o cómo comportarse de acuerdo al grupo social. Es una etapa un poco compleja de manejar, tanto para los jóvenes como para sus padres, por una serie de emociones que surgen, a más de la madurez sexual que los atrae al sexo opuesto. Es una etapa en la que buscan una identidad, una vocación, y esto se vuelve algo complicado. 

¿Qué recomienda a los padres con hijos en esta etapa?
No perder la supervisión. Hoy por hoy los papás creen que los hijos por sí solos van a aprender. Por ejemplo, cuando llegan a la secundaria los papás como que se hacen a un lado y piensan que el hijo por sí mismos van a aprender, podría ser que sí, pero la mayoría se pierde. Luego llegan a la prepa y, también, quieren que sean maduros, responsables, cuando todavía no lo son. O sea, si vemos la edad, solamente cambian de nivel educativo, pero siguen siendo inmaduros, irresponsables, y los hay quienes a los 25 lo siguen siendo. Requieren de orientación. Hay que supervisarlos, a las chicas hablarles sobre la responsabilidad de su cuerpo, de sus emociones y no únicamente aplicar el castigo, porque son situaciones normales, naturales, inevitables. O sea, las hormonas trabajan, se desarrollan, por eso hay que ayudarlos, solos no pueden.

En nuestro medio, ¿qué cambios ha habido en el entorno, de 1980-2000 a un 2015, que influyan directamente en la adolescencia?
Uno de esos cambios ha sido dejar un poco la supervisión, ser más permisivos debido, también, a los cambios familiares y sociales, estos tienen mucho que ver. O sea, hay más padres separados o solteros que hace 20-30 años, madres que trabajan o ambos trabajan, entonces los hijos están más solos. 
La madurez, pues, es la misma, la inmadurez es la misma, la madurez va a llegar en su momento siempre y cuando estén orientados. Uno de grandes cambios en los hijos, no nada más en los adolescentes, es que están solos y se les permiten muchas cosas.
Y también hay que considerar la cibernética, porque los aísla, es un medio en el cual expresan cosas que no saben manejar, incluso, que no comprenden y a veces hacen amistades que no conocen. En este aspecto la orientación y la supervisión de los padres son prioritarias, sobre todo establecer límites para que ellos puedan acceder a estos medios.
Aunque pienso en los cambios sociales y socio-demográficos, como los factores que más han afectado al joven. Hay más problemas académicos, menos motivación, exigencias y demandas de los adultos que quieren que pronto sean responsables. 
Antes, nuestros papás nos regañaban, nos daban obligaciones en casa, teníamos más cosas por hacer y, hoy por hoy, los padres ausentes, por la razón que sea, no supervisan lo suficiente a sus hijos. Entonces, estos ¿qué hacen? Los dejan ser. 

Y esta permisibilidad de los padres, ¿tiene alguna relación con el entorno social?
Sí. Una de mis hipótesis es que una manera de compensar ser padres solteros o divorciados, es permitir y consentir. Otro de los cambios es no querer ver a los hijos sufrir las carencias económicas que ellos padecieron y, casi siempre, giran en torno a lo material. Son chicos con acceso a Ipads, celulares, regalos, pero los jóvenes se sienten vacios afectivamente. 
Entonces, esos cambios sociales y la permisibilidad, se dan un poco por cansancio pues piensan “ya estas grande, hazte responsable” y es cuando dejan al chico o a la chica “dejar ser”. 

¿Cómo influye otro tipo de institución, como la escuela?
Se vuelve muy complicado. Antes las escuelas tenían mucha autoridad, hablaban a los papás y estos apoyaban a los maestros. Ahora se alían con sus hijos y si el hijo es grosero, dicen “es que lo maltratan” o “lo castigan y no se lo merece”, y no aceptan algunas cosas que la escuela dice. Entonces sí se vuelve complicado y los padres se vuelven cómplices del hijo y no ayudan. 
Creo que la escuela solo es responsable de enseñar conocimiento y de continuar con los valores de la sociedad. Pero los verdaderos valores morales vienen de casa y la escuela solo los debe reforzar. Sin embargo muchos papás buscan que la escuela se haga cargo de todo. 

Y en el caso de la educación superior… 
La calidad en este nivel educativo tiene mucho que ver con el bajo rendimiento del alumno y el creciente aumento en el número de estudiantes. O sea, entran a las universidades con menos motivación que antes, con menos calidad de aprendizaje, con menos interés en ser profesionales y ser cuidadosos en el ejercicio de su profesión, entonces, cuando se les exige, la flojera es lo primero que aparece y no entienden que es una formación para el mundo laboral, creen que siguen en sus pupitres de primaria o de secundaria.

Y, ¿cuál es la raíz de esta situación?
Creo que la familia tiene mucho que ver, así como los cambios sociales. Lo que llaman el estrés de la gente, porque todo es rápido, todo lo quieren de inmediato y, además asentados en lo material, como que pierde su espíritu la filosofía del interés. O sea, no se piensa en contribuir a la sociedad, “estudio porque quiero ganar dinero, quiero un estatus, más que dedicarme al desarrollo personal y contribuir a lo social”.

Y con este panorama, ¿cómo puede la familia contrarrestar la presión social?
Desde la infancia se les debe enseñar ciertos valores, cierta motivación y, sobre todo, hacia dónde van y lo que se espera de ellos. Pero si desde niños no se les enseñan ciertos valores y no se les motiva, llegan a una etapa en la cual, con su creciente independencia, se oponen a todo lo que les dicen y vienen las críticas a los adultos.

¿Algo más?
La ventaja cuando ya son jóvenes, es que ellos asumen algunas decisiones y el hecho de que no les hayan enseñado sus papás ciertos valores o su papel de contribución social no significa que no se puedan dar cuenta o que no puedan cambiar ese “chip”. Entonces creo que los jóvenes sí pueden cambiar, porque, a final de cuentas, van a ser adultos y tendrán familia y podrían retomar ciertos valores y retribuir de alguna forma a la sociedad, y darse cuenta que en definitiva todos nos beneficiamos o nos perjudicamos en la sociedad. 

Y la preparación de los padres, cuando comienzan a ser padres, ¿cómo la ve?
Muy “light”. Si hablamos de cambios en las familias, en las estructuras sociales, al haber más diversidad pues hay más cambios en los hijos. No es tanto que decidan ser un tipo de familia diferente a la tradicional, en donde están una mamá, un papá y los hijos, sino no perder el cuidado y la atención a los hijos, sobre todo la supervisión. El hijo necesita a sus padres a final de cuentas, ellos son el punto de partida de su inicio, el efecto más importante es la representación que el niño tiene. Y la sociedad, culturalmente hablando, siempre tiene al modelo ideal: papá, mamá e hijos. Entonces cuando el hijo crece y se da cuenta que no tuvo un papá o una mamá, entonces vienen los cuestionamientos que, muchas veces, los padres no saben manejar.


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