martes, 12 de enero de 2016

Estado Islámico (EI): en su plan de estudios ni historia 
ni ciencias, pero sí odio a Occidente.



Cuando Hisham (nombre ficticio por seguridad) recibió una carta en la que se le conminaba a cerrar el colegio del cual era director en su aldea al oeste de Ramadi (Irak), supo que la cosa iba en serio. La misiva amenazaba con la muerte de su familia si se negaba. “En nuestra aldea de 5,000 habitantes era la única escuela pública, tuve mucho miedo, así que decidimos marcharnos a Bagdad”, dice. El autodenominado Estado Islámico, presta gran atención a la educación de niños y adolescentes con los estrictos criterios yihadistas. Todo lo que queda fuera de ellos se suprime.

Tras tomar el control de Mosul y Al Anbar (Irak) y de Raqqa y Deir el Zour (Siria), a mediados de 2014, los radicales musulmanes del EI decidieron cerrar todas las escuelas gubernamentales y reformar el plan de estudios desde el punto de vista de su religión. A maestras y profesores les ordenaron someterse a una capacitación o los arrestarían.
Casi desde el principio, el EI creó una Oficina de la Educación. Mediante un edicto religioso, la organización ha prohibido todas las asignaturas que “infrinjan la ‘sharia’ (ley islámica)” para “acabar con la ignorancia, promover las ciencias de la religión y rechazar los programas de educación corruptos”. 
Así, cuando los niños volvieron a clases se encontraron sin asignaturas como ciencias, filosofía y química. Tampoco estudiarían arte, música, historia, geografía, literatura y religión cristiana, porque “infringen la ley islámica”. También anularon 
la enseñanza de la teoría darwinista de la evolución, ya que “toda la creación  se debe a Dios el Altísimo”, según ordena el Departamento de Educación de Mosul.

El “autobús de la diversión”
Según un informe publicado este marzo por “Save the Children”, el número de niños matriculados en Siria se ha reducido en un 50%, en comparación con 2011, antes de la guerra civil. El control de la educación es ya uno de las principales campos de batalla de los yihadistas. Incluso ofrecen un “bus de la diversión” que de pueblo en pueblo invita a los niños a “dar un paseo y ver dibujos animados” y ya adentro los yihadistas “les dan charlas sobre su versión más extrema del Islam y folletos para sus padres”, explica un residente de Raqqa (identificado como Hadidi) al diario “The Washington Post”.

Los radicales musulmanes han eliminado de los textos educativos el nombre de República de Irak y reemplazado por el de Estado Islámico, y suprimido las fotografías que infringen la “sharia” (ley islámica). Además, los yihadistas ordenaron a los profesores infundir a los alumnos la pertenencia al Islam y la segregación de los estudiantes por sexo.
Exigieron a los profesores comprometer su lealtad a Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del Estado Islámico, seguir el código de vestimenta islámico y dejarse crecer sus barbas. Muchos maestros rechazaron las demandas y abandonaron sus trabajos. En cuanto a las maestras, se les dijo que deberán llevar el “dir”, una túnica que cubre todo el cuerpo y la cara.
Para el autodenominado Estado Islámico, la educación femenina es similar a la de los talibanes en Afganistán: su único fin es que puedan servir mejor a sus hijos, con fundamento en el estudio de la “sharia”. El 25 de enero de 2015, el EI promulgó un manifiesto con normas sobre la educación de las niñas en el Islam, escrito por la Brigada Al-Khansa, la policía religiosa femenina.
El texto establece un calendario en el que las niñas de 7 a 9 años de edad cursan jurisprudencia islámica, árabe coránico, ciencias centradas en el cálculo y conocimiento del medio. Entre los 12 y los 13, se centrarán más en religión, en la ley islámica referida al matrimonio y al divorcio, y otras asignaturas como tejer y cocinar. De los 13 a los 15, estudiarán la “sharia” y la historia del Islam, así como “habilidades manuales” (descritas así en el manifiesto), como la crianza de los hijos. Y pese a que legitima el matrimonio de las niñas a los 9 años, sostiene que “las chicas más puras” deben casarse entre los 16 y los 17 años.
En cuanto a los varones, las enseñanzas se centran en la necesidad de luchar contra los países occidentales y sus aliados árabes. Los yihadistas se consideran a sí mismos los soldados de Dios en la tierra y, por lo tanto, se atribuyen la potestad de juzgar y castigar a las personas. El EI tiene campos de entrenamiento militar para los menores, en su mayoría adolescentes, pero también algunos de tan solo 7 años de edad. En sus vídeos propagandísticos, miembros del Estado Islámico alardean de sus bravos “cachorros”, que empuñan rifles kalashnikov que apenas pueden sostener. 

El gran problema que enfrentan los niños en el autoproclamado Califato Islámico, es que han dejado de aprender a leer y a escribir para aprender a luchar y odiar a Occidente. 

(El Puente y agencias)

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