OPINION- Gerencia Social
Comercio libre: economía atrapada
Doctor en Estudios Organizacionales.
Profesor-investigador/UADY. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
“La pobreza no es producto de la naturaleza,
sino todo lo contrario”. - B. Kliksberg.
Hace algunas semanas se dio a conocer la creación de la Asociación Transpacífica (TPP por sus siglas en ingles: Trans Pacifc Partnership), tratado mediante la cual 12 economías de Asia y América que tienen costas en el Mar Pacífico (Estados Unidos, Japón y México, entre ellos) se comprometieron a eliminar aranceles y cuotas, de manera que el comercio marítimo fluya de manera franca. La lógica del libre comercio es que cada nación se especialice en la producción de las mercancías para las que está mejor dotada, es decir, aquellas para las que dispone de recursos y capacidades que permiten una operación con ventaja sobre los otros países, de esta manera el libre co-mercio lleva a la producción de mercancías a bajos precios, con los consiguientes beneficios para el consumidor.
Para México, en los hechos, el TPP es una prolongación del TLC ( Tratado de Libre Comercio de Norte América) cuando incluye a los países asiáticos, entre los que se encuentran Japón y Corea, quienes son muy importantes por las cuantiosas inversiones que han venido realizando en el centro de México, para exportar autos y partes, básicamente a los Estados Unidos. Por otra parte, es necesario decir que la experiencia del TLC no ha sido tan positiva como originalmente se ofreció en 1994, en este tema tanto Estados Unidos como México y Canadá tienen reclamos, pero abrir el tratado para atenderlos llevaría un tiempo sin fin, por lo que el asunto se mantiene en el margen por el riesgo que implica.
Pero lo que ha quedado claro -y no sólo para México sino para el mundo en vías de desarrollo- es que la liberalización del comercio y la globalización no han resuelto lo que tanto se prometió en su momento: aminorar la desigualdad económica, más aún, se les asocia con la gran concentración de riqueza, que a su vez ha acicateado flujos migratorios que han puesto en jaque a los mismos países europeos. Las evidencias de la concentración de la riqueza están en el libro de Piketty “ El capital en el Siglo XXI”, así como en las recientes declaraciones del director de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en el foro de la industria química nacional en octubre de este año, cuando reconoció que nuestro país sigue siendo el más desigual del grupo de 34 que preside.
Pero si el libre comercio atrapa a la economía ¿cuáles son las alternativas? Entre las medidas macro-económicas se señalan: precisamente regular el comercio de mercancías y los flujos de capital, para evitar la especulación y atenuar prácticas monopólicas que afectan a los países menos favorecidos. Entre las medidas micro-económicas, Bernardo Kliksberg, reconocido especialista en el tema, insiste en la gerencia social porque, según él, en regiones de gran carencia y desigualdad, el manejo de proyectos en campos como nutrición, salud, empleo, vivienda, etc., no puede hacerse con los enfoques de administración de empresas privadas o de administración pública tradicional, por ello, dice Kliksberg, resulta imprescindible renovar los modelos conceptuales con los que se visualiza toda la pobreza de la región latinoamericana y, entre ellos, el de la gerencia.
He aquí un tema para aquellas universidades que se dicen socialmente responsables.
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