Reforma efectiva, no rebelión

Tirso Suárez-Núñez
Doctor en Estudios Organizacionales. Profesor-investigador/UADY. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)

“Pulgarcit@busca trabajo. Y cuando lo encuentra, sigue buscando, a tal punto sabe que puede perder, de la noche a la mañana, el que acaba de conseguir”.

Michel Serres

Todo país requiere periódicamente hacer cambios en sus marcos institucionales -leyes generales, normas sociales y formas de pensar los grandes problemas nacionales- con la intención de avanzar al ritmo que las necesidades demandan. Pero las reformas no son fáciles de llevar al cabo, ameritan revisar prácticas y afectar intereses de élites que a su vez resisten e intentan boicotear o al menos mediatizar los ajustes buscados, llevando en ocasiones el proceso lejos de las intenciones originales. Dos ejemplos recientes de cambios con resultados inesperados, son: los de M. Gorbachov en la ex Unión Soviética y los emprendidos por C. Salinas de Gortari en México.


Habiendo concluido el tiempo de reformas que el actual ejecutivo federal venía promoviendo, sigue el período de instrumentación, para arribar, finalmente, al tiempo de medir los resultados. Por mucho, las adecuaciones que crearon mayores expectativas han sido las de telecomunicaciones y la energética. Nuestro interés en este escrito es llamar la atención acerca de lo importante que resulta, en ambos casos, la organización, gestión y regulación de las empresas involucradas, privadas, las de telecomunicaciones y, pública, la energética.


Se trata de imponer límites al tamaño y al poder de las grandes empresas de telecomunicaciones (Televisa y América Móvil propietarias de Telcel y Telmex, respectivamente) con la intención de fomentar la competencia y mejorar la situación del consumidor en su búsqueda de mayor oferta y mejores tarifas. Los instrumentos empleados son las Comisiones Reguladoras, es decir agencias gubernamentales integradas por funcionarios expertos que vigilan la actuación de las empresas y les imponen sanciones cuando la situación lo amerita...


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