viernes, 4 de octubre de 2013

¿Contra qué protestan los “maestros”?

Una investigación de la organización Mexicanos Primero la llevó a cuando menos 84 escuelas públicas fantasmas, simplemente no existen, pero cada mes reciben dinero público, el gobierno federal se los deposita a una cuenta bancaria del centro de costos respectivo, de donde se redistribuye a 8 cuentas bancarias a nombre de “profesores”. Pero o la dirección no existe o el predio está destinado a otras actividades.
El director general de Mexicanos Primero, David Calderón, dijo que otras 400 escuelas están con “nómina inflada” o sea hay profesores agregados que ni trabajan en el centro “educativo” ni asisten…, pero sí cobran mes a mes. Mexicanos Primero estima que entre 12 ó 13% de todas las escuelas públicas del país tienen inflada su nómina, es decir, tienen profesores o personal educativo que cobra sin trabajar.
Calderón señaló el caso de Guerrero, en donde “no hay escuela sin nómina inflada, con muchos más profesores de los que realmente trabajan en ella”.
El estudio realizado en todo el país por Mexicanos Primero sacó a la luz irregularidades traducidas a cientos de millones de pesos que se “cuelan” a los bolsillos de profesores y escuelas “fantasmas”, y en este manejo turbio, pero bien planificado, los líderes de estos profesores se embolsan cantidades importantes que deberían destinarse a otra áreas educativas, como educación superior y ciencia y tecnología.
¿Qué no lo saben las autoridades? A otros con ese cuento.
Otra de las irregularidades descubiertas son profesores con seis o más plazas salariales, el máximo oficial son dos, que al mes ganan más de $100,000, cantantes y sonantes, en comparación con otros que solo reciben 2 o 3 mil pesos por mes.
En términos globales, el 9% gana menos de $10,000.
Otro detalle más denunciado públicamente por la organización, dijo su Director, es que el 59% de las escuelas en México carecen de lo más elemental para dar clases. En estas escuelas, agregó, los profesores no enseñan y los alumnos no aprenden.
Esta es la realidad de la enseñanza básica en México. Y para proteger esta avergonzante situación hay una Coordinadora que orquesta, promueve y ejecuta las protestas vandálicas de sus seguidores.
Quizá las autoridades deban escuchar más a los diputados panistas cuando piden “investiguen de dónde les llega el financiamiento a estos “profesores” en protesta.


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