martes, 1 de octubre de 2013

“Soy alcohólico…, soy drogadicto”

Uno más a la cuenta. Mike Tyson al fin reconoció lo que todo el mundo sabía, su adicción al alcohol y a las drogas fuertes”, en rueda de prensa ante medios internacionales. Es la misma historia de los grandes del boxeo o terminan en estas lamentables condiciones o por la calle de la amargura económica y financiera.
Tyson, un huracán sobre el cuadrilátero que saltó a la fama en su primer año como profesional con 15 peleas ganadas todas por nocaut y luego hizo historia grande como campeón mundial de los pesos pesados, ahora reconoce “he mentido a todos soy alcohólico y…”.
A su historia como boxeador le ha sumado otra fuera del ring, problemas con el fisco, con la justicia por golpear a su mujer, tres años en la cárcel por violación, por consumir drogas. Y aquel memorable hecho, entre otros muchos, cuando casi le quita la oreja a su contrincante en pleno combate.
Se retiró en 2005 y en 2011 lo elevaron al Salón de la Fama del Box.




Los moscas yucatecos- Y cuando hablamos de boxeo nos vienen a la mente los casos de los ex campeones mundiales yucatecos.
Miguel Canto, también en el Salón de la Fama del Boxeo, vive de su tiendita instalada en la mitad de su modesta casa en una colonia de Mérida. Solo y sin dinero, luego de ganar millones de dólares en sus 15 defensas del título mundial mosca.
Guty Espadas, campeón mundial, por años barrió y trapeó los pisos de la Escuela Modelo.
Guadalupe Madera, se sostenía con una coctelería, allá por la Av. Itzáes, hasta que en estado alcohólico resbaló en una escalera, se golpeó la cabeza y falleció en 2005.
Freddy “El chato” Castillo, el “Barretero” de San Sebastián, otro gran capeón, trabajaba en un taller mecánico en la 69 con 58 de Mérida.
Juan Herrera, perdido en el anonimato.

Ingenuos, ilusos, despistados… Quizá nada de eso, pero solo una mínima minoría termina para vivir

Foto: Juan Herrera, "Guty" Espadas, Ricardo Delgado y Miguel Canto


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