El Puente Editores

COLUMNAS GOVA

Más claro…, ni el agua
Atilano González Villa

Este dicho popular se utiliza mucho cuando alguien se refiere a una verdad irrebatible, por evidente o por obvia. Y en este caso están las declaraciones de Antonio Salgado Borge, el director de la Escuela de Administración, Mercadotecnia y Turismo de la Universidad Marista: Yucatán “navega a ciegas…”, poniendo “un parche por aquí y otro por allá”.
Como él dice, el sector de los servicios ha crecido, y aprovechado un “boom” circunstancial que, a la vista vemos, se va acabando. Hasta hace muy poco, plaza comercial con locales que se abría se llenaba al poco tiempo. Ahora ya hay varias, por no decir muchas, bien vacías. Se abren tres restaurantes y, al mismo tiempo, se cierran dos o tres.
El caso del campo, algo muy grave, es ya un mal endémico. Solo se oyen “apoyos” y más “apoyos”. No hay política agraria que lo impulse. Algo objetivo y evidente para quien se aleje apenas unos 10 km de Mérida, en cualquier dirección. Una de las “acciones” del gobierno estatal es querer “resucitar” al henequén, muerto por la aguda corrupción oficial, pero no se ve un plan concreto, al menos está bien guardado, tan a la sombra que no logra darse a conocer.


Y en el sector industrial…, es bien conocido el número de industrias y cualquiera, con un “poquitito” de conocimiento del tema, recita la lista sin equivocarse. También es de todos conocido el hecho que en Yucatán no hay empresarios, lo que hay para “aventar para arriba” son comerciantes… y muy buenos, por cierto.
Luis Ramírez Carrillo, el destacado investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, también ha hablado del tema en términos muy similares.
Así, gran noticia fue el anuncio del viaje del gobernador y séquito a la Feria Internacional de China…, con el apoyo de la Secretaría de Economía. Y, de acuerdo a las fotos que nos han hecho llegar y publicadas en los medios, en el área yucateca solo se ven juguitos embotellados y comida típica. Entonces, ahora y “pa’dentro”…, ¡buen provecho!
Sí, porque a futuro, como dice el directivo marista, “es triste, pero no hay nada prometedor”. Sí, oportunidades desperdiciadas, políticos desesperados por un puesto de “lo que fuere” y ya no hablemos de imaginación y desarrollo de proyectos…, esos campos son de Ligas Mayores y aquí… ni siquiera se piensa en desmontar para delinear un terreno de juego.