Francisco G. Barroso Tanoira*
Universidad Anáhuac Mayab
* Doctor en Ciencias Administrativas.
División Negocios, Universidad Anáhuac Mayab. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)
Como mencionó el político George Jacques Danton, “después del pan, la primera necesidad del pueblo es la educación”. Y es que ésta no solo es una necesidad, sino un derecho de todos los ciudadanos. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la avala en su Artículo 3° y en la Fracción VI indica que los particulares podrán impartirla en todos los tipos y modalidades y el Estado tiene el derecho para autorizar o revocar la validez de los estudios de dichas instituciones, en los términos que corresponda a la ley.
En el caso de las instituciones de educación superior (IES) en México, el caso es muy similar al del resto de América Latina. Según Olivier (2012), los cambios en la educación superior han de agruparse en tres momentos clave: (1) Principios del siglo XX, en que las IES eran universidades, las cuales estaban centradas en la autonomía y el modelo buscaba la configuración de la sociedad a través de la guía de élites ilustradas. (2) Años 70´s, en que el propósito fue ampliar la oferta educativa y surgieron otras IES que no eran del tipo universitario, pero que fortalecerían al sector público. (3) A partir de los años 90´s, la educación superior se ha masificado e institucionalizado, con gran participación de las IES privadas. Dicho surgimiento se ha dado en cuatro oleadas: (1) A través de élites religiosas. (2) Mediante élites laicas. (3) A través de la absorción de demanda educativa por diferenciación calidad-precio. (4) A través de instituciones y organizaciones internacionales que compran y venden IES (Rama, 2010).
Pese a los esfuerzos del sector público, su oferta quedó lejos de cumplir con las expectativas de cobertura, además que restringió el acceso a estas IES a causa de procesos complicados, exámenes y requisitos exigentes para el ingreso. Esto fue favorable para la aparición de IES privadas, que en 2012 registraron el 38% de la matrícula en América Latina, (Olivier, 2012). Cabe mencionar que en México se distinguen dos etapas en la creación y expansión de las IES privadas: (1) Período 1935-1959, se crearon las primeras 7, siendo la pri-mera de ellas la Universidad Autónoma de Guadalajara (ANUIES, 2000). (2) Período 1960-1959, caracterizado por su expansión significativa (Acosta, 2005). De hecho, entre 1980 y 2003 la matrícula de las IES privadas creció un 528%, mientras que la pública solo un 40%. El número de profesores se multiplicó por 8, aunque 8 de cada 10 son por horas.
Contribuciones de las IES privadas
Las IES privadas son más flexibles en su forma de organización y procesos de gestión, lo que les permite llegar a sectores a los que tomaría mucho tiempo llegar a las públicas en virtud de sus procesos burocráticos, el tamaño u orientación política. Las privadas han sido ágiles al acercarse más rápidamente a las necesidades de la población implementando cursos nocturnos, intensivos, sabatinos, veranos, intensivos y otras modalidades como posgrados, además de que se han ubicado en lugares con demandas específicas. Han sido un factor de equilibrio en la sociedad al permitir la incorporación de trabadores al ámbito educativo, así como fomentar una participación más activa de las mujeres y grupos sin acceso a las públicas por sus horarios, responsabilidades o labores. Además, el carácter gratuito de las públicas no puede entenderse sin la existencia de las privadas, que también se han convertido en una fuente atractiva de empleo para profesores de IES públicas que ven en ellas una posibilidad de incrementar sus ingresos o para trabajar al jubilarse tempranamente.
Un riesgo de algunas IES privadas es un decremento en la calidad educativa, pero las públicas tampoco están exentas por ser públicas. Existen privadas de muy alta calidad, lo cual se demuestra por los resultados de sus procesos de acreditación tanto institucionales como de sus planes de estudio y docentes. Sin embargo, debido a las condiciones económicas del país y la incapacidad de abaratar precios, las privadas se han embarcado en mecanismos de concentración vía mercado, fusiones o adquisiciones de otras IES. Lo que requiere es un marco regulatorio que asegure que el crecimiento de las IES privadas sea con calidad, lo que requerirá un papel más activo de la Secretaría de Educación Pública al respecto. Por cierto, el incremento de la demanda indica que también se requiere que se incremente la cobertura, también con calidad, de las IES públicas.
Para finalizar…
Para leer más de este tema da 'click' siguiente enlace de nuestra revista electrónica (página 24) : El Puente No. 22
No hay comentarios.:
Publicar un comentario