Un 95% de ellos se perderá antes de que lleguen a la edad adulta por diagnósticos equivocados como el Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) o por la falta de estimulación apropiada que los lleva a sufrir bullying y aislamiento en las escuelas, según datos del Centro de Atención al Talento (Cedat).
Andrew Almazán Anaya tiene 19 años, cursa un doctorado en Psicología y fundó, en 2010, el Cedat, institución que ha realizado la segunda mayor investigación del mundo sobre el perfil sicológico y cognitivo de menores con IQ elevado.
La investigación “Perfil del sobredotado” se realizó con más de 650 casos de niños sobredotados mexicanos. El estudio más grande que existe lo hizo en 1930 el psicólogo de la Universidad de Stanford, Lewis Terman, con una población de mil 500 niños con IQ superior a 130 puntos.
Entre los datos más interesantes que arroja el estudio “Perfil del sobredotado” del Cedat es que los niños estudiados fueron amamantados por más de nueve meses, cuando la media nacional es de tres meses. “Ése es uno de los principales aciertos que una madre puede tener con su hijo, porque puede haber niños que nacen con un IQ de 190 puntos, pero si no son lactados y estimulados correctamente, pueden perderlo hasta llegar a menos de 130 puntos, incluso antes de los cinco años”, dice Andrew Almazán.
Para que la sobredotación intelectual se desarrolle debe existir 50% de carga genética y 50% ambiental, por lo que la estimulación adecuada es fundamental para que los niños mantengan un IQ elevado hasta ser adultos.
En tres años, el Cedat ha diagnosticado a 3 mil niños y jóvenes con IQ superior a 130 puntos. Actualmente atiende a 250, un grupo de 50 profesores con doctorado les imparte clases y acompañan en sus estudios, el resultado de su programa es exitoso, pues cuentan con niños de 11 años estudiando el segundo año de una carrera profesional; 80% de sus estudiantes son niños y 20% niñas.
La sobredotación intelectual es una aptitud innata que no puede ser adquirida por el esfuerzo personal. Puede ser general o específica: un individuo puede tener un talento especial para las matemáticas, pero no ser igualmente talentoso en materias referentes al lenguaje.
“Un padre de familia puede identificar desde temprana edad a un hijo sobredotado. Caminan entre los nueve y 10 meses, hablan bien y con un lenguaje fluido antes de los dos años, hacen preguntas muy específicas sobre temas que les interesan, aprenden muy rápido, y una vez que son escolarizados chocan con el sistema educativo tradicional”, dice el doctor Andrew.
Además, dice, 80% de ellos sufre de bullying en la escuela, por arriba de la media nacional que es del 50%; su deseo por conocer dificulta una sana convivencia con profesores y compañeros.
Un niño sobredotado podría cuestionar a una maestra de kínder 1 con temas científicos o de historia. Si son estimulados, a los dos años aprenden a leer en dos idiomas y antes de los cinco ya muestran interés por temas específicos.
Los futuros científicos
Existen más de 100 pruebas estandarizadas para medir el IQ de un niño. Las más utilizadas incluyen la solución de problemas o tareas de lógica y secuencias numéricas, temporales o espaciales como los llamados: Stanford-Binet Intelligences Scales (SB5), el Wechsler Adult Intelligence Scale (WAIS), el Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC) y Differential Ability Scales (DAS).
El psicólogo Lewis Terman estableció, en 1916, la escala de inteligencia llamada Stanford-Binet que define como superdotado a todo aquel que rebase 130 puntos en un test de IQ, ya que 95% de las personas a quienes se aplican las pruebas obtienen entre 70 y 130 puntos.
Estas mediciones no se realizan con la frecuencia que deberían. Según el Cedat, 93% de los niños que han atendido, previamente fueron diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y algunos incluso habían recibido tratamiento con fármacos por diagnósticos erróneos.
“Contrario a lo que podría pensarse un niño sobredotado siempre será incómodo para un profesor porque suelen cuestionarlos y ponerlos en evidencia con todo el grupo si ignoran algún tema, es común que un niño corrija a un profesor y muchas veces, no lo toman de buena manera”, dice Andrew Almazán.
Ademas, 80% de los niños sobredotados estudiados por el Cedat reportó haber sufrido bullying y en algunos casos no contabilizados, estadísticamente, los menores dijeron que los maestros se sumaban también al acoso escolar.
“Aquí los acompañamos con un programa educativo que incluye una vigilancia sicológica, porque entran a los 10 años a la universidad y deben mantener una esfera de desarrollo emocional paralela a sus estudios”, dice.
Además, los temas les son presentados por especialistas, si ven Química, un doctor en Química les imparte clases por varias semanas, el siguiente tema puede ser Física o Historia, incluso disciplinas como el Tae Kwon Do. “Así descubren qué tema les interesa más y pueden decidir qué carrera estudiar, en qué enfocar sus habilidades”, dice.
Explica que no existen estudios científicos que expliquen porque se da el fenómeno de la sobredotación intelectual, pero que se cree que desde el embarazo hay una mutación de andróginos.
“Estos niños tienen mayor actividad inmunológica, más alergias de lo normal, más enfermedades psicosomáticas, rara vez les da gripa, pero hasta ahora no se ha comprobado que tengan más neuronas que un cerebro con un IQ menor.
“Pretendemos atender de manera integral, con un nivel de excelencia, a más de 10 mil niños y jóvenes sobredotados residentes en México para 2020”, señala
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