Pedro Castro Borges
Por eso la certificación LEED (acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design) es la más importante que tenemos a la mano, porque contempla varios aspectos: selección de materiales y desarrollo sostenible, por ser un sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council). La construcción sostenible nos permitirá la construcción de edificios con nuevos valores añadidos que se traducirán en espacios habitables y saludables para mejorar la productividad, con bajo impacto ambiental, así como con personal certificado y especializado en sostenibilidad.
Hay factores determinantes como el uso del concreto, el material más utilizado en el mundo después del agua. Se pensaba que las estructuras de concreto durarían para toda la vida, obviamente no ha sido así. Además, cada tonelada de cemento desprende una tonelada de CO2 a la atmósfera y ustedes ya se imaginan la huella ecológica que significa esto.
La tendencia es lograr vidas de servicio de 100 años o más, contar con modelos conceptuales que puedan sostener esa vida de servicio en forma satisfactoria y, para lograrlo, debemos observar un carácter preventivo. Esto significa instrumentar los edificios con sensores vinculados al concreto y al acero, lo que se vuelve de valor fundamental en proyectos de esta naturaleza, y permitirá dar seguimiento a los beneficios que queremos darle.
Quizá éste sea el primer proyecto de esta magnitud en el Estado de Yucatán y estamos obligados a escuchar opiniones de expertos que podrían incorporar aspectos que nosotros no tomamos en cuenta, a pesar de estar instruidos, preparados y bien asesorados.
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