jueves, 3 de abril de 2014




"Queremos involucrar a nuestros estudiantes en los procesos de investigación"- Coordinador de investigación

Entrevista al Dr. Jaime Zaldívar Rae, recién nombrado Coordinador de Investigación de la Universidad Anáhuac Mayab.

Entrevistó: Atilano González Villa

Pregunta-Háblenos de la investigación en esta Universidad y hacia dónde va.
Jaime Zaldívar Rae- Nuestro trabajo de investigación está orientado al desarrollo de conocimiento y al desarrollo tecnológico. Pero en el proceso queremos que nuestros chicos aprendan cosas, que vean lo más pronto posible en las aulas el trabajo directo de crear conocimiento. 
Esto es algo que, finalmente, nos hace especiales, porque como institución nos permite tener a los estudiantes, desde etapas muy tempranas, vinculados a proyectos de investigación para conocer cómo se hace la ciencia, como el desarrollo tecnológico y, además, “ensuciándose las manos”.
Este es el enfoque que queremos estimular, que queremos hacer crecer, este es uno de nuestros retos más grandes.

¿Cómo encajan los resultados de la investigación con la vinculación al exterior?
JZR-Algo importante para nosotros es poner al servicio de la sociedad nuestras fortalezas institucionales: el conocimiento generado, la experiencia acumulada, el “saber hacer” del que disponemos, todo.
La colaboración se da en esquemas muy diversos. El que más ha funcionado es trabajar con empresas que someten proyectos al programa de estímulos a la innovación, de la Secretaría de Economía y del CONACYT. Aunque las formas son tantas como proyectos o como ideas surjan.
Podemos ofrecerles consultoría, servicios, diseño, acompañamiento durante la creación de las propuestas. Y lo podemos concretar porque nuestros investigadores, además del conocimiento científico y tecnológico, cada vez están más avezados en el manejo de la realidad a la que se enfrentan las empresas y de cómo pueden conectarse y entender esta realidad.
En el proceso también nosotros aprendemos.A veces las empresas nos dicen: “Oye, nuestros tiempos son distintos a los tuyos. ¿Cómo hacemos para acelerar los tuyos, de manera que se acoplen bien con los nuestros?”. Entonces ajustamos nuestro procesos a sus necesidades.

Esto habla de retroalimentación…
JZR- Todo el tiempo. Nuestros investigadores, nuestra institución interactúa muy estrechamente con esos actores externos. Intercambiamos experiencias, sugerimos cosas, nos sugieren otras de vuelta y al final, siempre, llegamos a acuerdos que a ellos les beneficia y a nosotros nos permite cumplir con nuestra misión.

Hay una percepción generalizada que esos factores externos, las empresas, son reacios a insertarse en esquemas de investigación, quizá por razones financieras o económicas. ¿Qué tan cierto es?
JZR- Sí, es un hecho. En México hay una experiencia incipiente en el trabajo estrecho entre las instituciones académicas o centros de investigación y el sector privado, las empresas. No tenemos tradición como en Japón, Estados Unidos o los europeos, al punto de que prácticamente en esos países no se entienden muchas lógicas dentro de las universidades o los centros de investigación, si no es a la luz de la colaboración con la iniciativa privada, con acuerdos que implican millones de dólares fluyendo en un sentido y en el  otro, recursos para crear infraestructura, equipamiento, capacidad, etc. 
En México estamos arrancando, hay experiencias muy buenas, creo que cada vez se hace más, pero no hemos llegado a la etapa de países más desarrollados.
Creo que mucha colaboración va orientada a proyectos muy  específicos, aunque a veces muy pequeños. El programa “estímulos a la innovación”, por ejemplo, en sus distintas variantes está muy orientado a que las empresas compren servicios, ya sean consultorías o desarrollos en conjunto. Este último esquema, tal vez el menos común, pero con casos de éxito importantes.
Otro punto destacado es la poca experiencia en el país, en mi opinión, en términos de empresas dispuestas a destinar recursos propios a la interacción con las instituciones académicas y de investigación. Por eso estamos muy orientados a obtener subvenciones o fondos públicos para generar estos tipos de procesos. Es la forma en la que vamos a arrancar. Son las empresas más grandes las que están dispuestas, por ejemplo, a interactuar con una institución académica y decir:”Mira, yo te transfiero estos recursos, esta tecnología, este “know how” para que crees condiciones para formar nuevos recursos de todo tipo”.
Como institución, apuntamos a ser un referente, a aprender muy rápidamente, crecer de una manera muy bien pensada, pero muy rápido, para ubicarnos al nivel de las instituciones más grandes del país.

¿Tiene la Universidad Anahuac Mayab, algún intermediario con la parte externa?
JZR- Si. La vía de contacto, entre la universidad y la sociedad, es nuestra Oficina de Transferencia, una de las dos oficinas certificadas por la Secretaria de Economía en la región. Esta Oficina es el enlace entre todas las iniciativas que vienen de afuera y la universidad, y viceversa.
Estas oficinas son un modelo muy reciente. Antes, la relación entre la sociedad y las instituciones académicas se daban, básicamente, de individuo a individuo o de empresa a individuo y podían multiplicarse tantas como pudiera uno imaginar o como se pudieran crear. Pero implicaba cierto desorden. A veces las interacciones no se daban siguiendo los objetivos estratégicos de las instituciones académicas y políticamente había poca claridad.
La idea de las oficinas de Transferencia es crear mecanismos formales para que las universidades transfieran el conocimiento que generan, para que el sector público o privado pueda ponerlos en valor insertándolos en el mercado. El conocimiento aplicado, por ejemplo, para llegar al mercado tiene que pasar por muchas etapas, algunas de las cuales no están en la vocación o en la misión de las instituciones académicas, pero a través de acuerdos, patentes, licencias, transferencia legal y formal del conocimiento podría llegar a actores con la capacidad y la vocación para ponerlos en el mercadoa disposición de los públicos que los requieran. Nuestra Oficina de Transferencia cumple con esta función.

¿Cuántos investigadores tienen?
JZR- Tenemos 22 investigadores, la mitad en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Usted acaba de mencionar que se le han planteado algunos retos. ¿Cuál es el principal de ellos y cuál su orientación?
JZR- Bueno, hay uno personal: compaginar las labores de la coordinación con mi avance profesional. No es un reto menor. Si vamos a tener algún tipo de impacto, lo tendremos a través de la ciencia que hacemos. Pero también lo tendremos en la medida en que ayudemos a construir instituciones en el país.  
La verdad, lo convencional es que quien ya tiene una carrera establecida con experiencia en el campo, haga una transición a los cargos administrativos. Pero en instituciones jóvenes como la nuestra, cumpliremos 30 años en agosto, lo cierto es que tenemos que hacer las cosas de una manera más innovadora.
Somos una institución joven, con personas jóvenes tratando de construirla. Y esto representa ventajas, porque tenemos mucha energía, muchas ganas de hacer las cosas, a lo mejor somos un poquito más aventados, aunque sin llegar a lo “temerario” por lo menos con poco miedo a realizar algunas cosas.
El reto institucional, por lo que a mí respecta, es sentar una base de trabajo en un proceso de investigación con muchas aristas: producción de información científica y vinculación con la sociedad, con las empresas y con grupos sociales. Pero por ahora el reto también es consolidar lo que hacemos y crecer, crecer en conocimiento generado y en calidad, así como en el número de personas dedicadas a estas tareas y en el número de estudiantes involucrados en el proceso. Esto es muy importante para la institución.


Resultados de la investigación y el desarrollo tecnológico (2006-2013)
- Proyectos de investigación desarrollados: 110.
- Financiamiento nacional e internacional: $9 millones.
- Publicaciones, artículos, ponencias, capítulos y libros: 300.
- Participación en concursos de Carteles de Investigación: 1,700 alumnos.
- Intercambios de investigadores y estudiantes con instituciones internacionales: Universidades de Stamford, de Texas A&M y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, entre otras muchas.


Estamos generando conocimiento de punta, interesados en hacer las cosas al mejor nivel, y con las puertas abiertas para que tanto del interior de la Universidad, estudiantes con deseos de iniciar una carrera científica, como del exterior, empresas, organizaciones civiles o individuos, acudan a nosotros para conocer lo que hacemos y los ayudemos con el nuevo conocimiento aportado.


Algunos de los retos: consolidar lo que hacemos y crecer en conocimiento generado, en su calidad, en el número de personas dedicadas a estas tareas y en el número de estudiantes involucrados en estos procesos. 


Semblanza

Dr. Jaime Zaldívar Rae
Estudió su licenciatura en la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Yucatán, pero realizó su tesis en el laboratorio de conducta animal, dirigido por el Dr. Hugh Drummond, del Centro de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México. El Dr. Drummond, quien sería su asesor y mentor desde la licenciatura hasta el doctorado, investigaba sobre conducta animal y ecología conductual, con reconocimiento internacional.
Al términar su licenciatura, volvió a la UNAM a la Maestría en Ecología. Poco antes de terminar, la Universidad reformó sus posgrados, creó su Doctorado en Ciencias Biomédicas que absorbió los de ecología y le ofrecieron continuar con el doctorado. Por esta razón, su doctorado es en Ciencias Biomédicas con orientación a Ecología Conductual. 
Como estudiante del doctorado, trabajó varios años en proyectos de ecología conductual en Isla Isabel (Nayarit), en el Pacífico. También estuvo en la Universidad de San Andrew (Escocia), donde trabajó en el desarrollo de herramientas moleculares, por lo cual realizó análisis de paternidad con la aplicación de DNA. Al término de esta estancia, volvió a México y concluyó su doctorado en 2008.
Antes de graduarse, trabajó como profesor adjunto en la Facultad de Ciencias de la misma UNAM y ganó por oposición un puesto en la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, como subdirector de la Política Nacional en Conservación de Especies en Riesgo. Al término de su contrato, se doctoró. Y comenzó a planear su vuelta a Yucatán.
Por un factor coyuntural su esposa,investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pudo mover su plaza a este estado. Y entonces él armó un proyecto posdoctoral para desarrollarlo en la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la UNAM, en el puerto de Sisal. Allá trabajó un año con el Dr. Carlos Rosas y, de inmediato, realizó la transición para quedarse en Yucatán. Comenzó a trabajar como profesor en la Universidad Anáhuac Mayab y cuando el SNI le otorgó su incorporación se quedó como profesor-investigador.
Y a partir de este enero, a sus 42 años de edad, es el nuevo Coordinador de Investigación de esta Universidad.

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